Chillán. Presidente de la Junta de Vigilancia del Río Ñuble indicó que seguirán “insistiendo” en las comisiones del Senado, mientras el director regional de la DGA cree que todavía pueden incorporase algunas propuestas.
“La reforma está en un proceso bastante largo. Hoy está en la Comisión de Recursos Hídricos del Senado y todavía nos quedan varias comisiones y en cada una va cambiando”, sostuvo el presidente de la Junta de Vigilancia del Río Ñuble, Martín Arrau, durante el encuentro denominado “Estado de la reforma al Código de Aguas y sus implicancias” organizado por la Asociación de Agricultores de Ñuble.
Arrau fue uno de los oradores principales de la cita que reunió a más de medio centenar de agricultores y regantes de la zona, en la que también expuso director regional de la Dirección General de Aguas (DGA), César Saavedra.
El dirigente expresó que el proyecto que reforma al Código de Aguas de 1981 lleva a la fecha alrededor de 90 indicaciones en la Comisión Especial sobre Recursos Hídricos, Desertificación y Sequía desde que ingresó a la Cámara Alta para su segundo trámite constitucional el pasado 3 de enero, luego de ser aprobado en la Cámara de Diputados el 25 de noviembre de 2016.
“Desde nuestro punto de vista, muchas de esas (indicaciones) empeoran el proyecto, y otras lo mejoran. La verdad es que hoy podemos decir que el espacio de incertidumbre es mucho mayor. Por eso nuestra labor y misión es seguir haciendo estas reuniones”, comentó Arrau.
El presidente de la Junta de Vigilancia del Río Ñuble añadió que existen varios puntos que preocupan a los regantes y agricultores. Uno de ellos es la retroactividad contenida en la redacción del Artículo Primero transitorio sobre “la afectación de derechos existentes”.
“Mientras no se arregle ese artículo y deje claramente establecido a que los derechos existentes no se van a tocar, nosotros no vamos a estar tranquilos”, afirmó.
Asimismo, Martin Arrau sostuvo que en la discusión de esta reforma surgieron también preguntas de fondo en relación a la propuesta del Ejecutivo de proponer una modificación a los derechos indefinidos (permanentes) y convertirlos en derechos temporales y a 30 años.
“¿Qué gana Chile con eso?. Cuántas hectáreas se van a regar más. La respuesta es ninguna. No logramos entender cuál es el fin de esta reforma”, manifestó.
En cuanto a los efectos para la nueva región de Ñuble, el presidente de la Junta de Vigilancia del Río Ñuble, señaló que todavía hay muchas fuentes de agua por desarrollar, sin embargo existe preocupación por los efectos en los recursos hídricos, tanto en superficie como bajo tierra.
“El agua subterránea es un tema en desarrollo. Hay muchas solicitudes y nuevas zonas de riego y ellas se van a ver profundamente afectadas con estos cambios. También pueden verse afectadas las zonas tradicionales de riego, de aguas superficiales, de los ríos Chillán, Diguillín y Ñuble. El efecto es a toda escala y todavía no se sabe bien, porque es una ley muy ambigua”, dijo.
Respecto al futuro de la moción parlamentaria presentada el año 2011 y que el Ejecutivo lo restituyó en octubre de 2014 a través de una indicación sustitutiva, el dirigente de los regantes señaló que es muy difícil hacer pronóstico.
“Los pronósticos políticos son difíciles pero vamos a seguir insistiendo. Ojalá se nos escuche”, afirmó Arrau.
Por su parte, el director regional de la DGA, César Saavedra, valoró la instancia que permitió confrontar posiciones en torno a la Reforma al Código de Aguas.
“A esta administración el interesa trasmitir cuál son los alcances a lo que se pretende llegar. Nos interesa que la ciudadanía esté informada para que de esta manera hagan valer sus puntos de vistas a quienes en la práctica toman este tipo de decisiones en el Congreso”, comentó el directivo.
Saavedra dijo que todavía es posible incorporar algunos puntos que preocupan a los regantes en las instancias que restan de tramitación legislativa. Añadió que si el Ejecutivo la da urgencia al proyecto, “en diciembre podría estar aprobado”.
En tanto, el presidente de los Agricultores de Ñuble, Álvaro Gatica, destacó la participación en este diálogo, en el que se ponderó “lo bueno y malo” del proyecto que, en general, estaría afectando al sector agrícola.
“Más que reforma la Código de Aguas lo que necesitamos es infraestructura, embalses y otros tipos (…) Esta es una zona agrícola, ahí está el potencial, y cómo llegamos a eso, es con agua. Sin agua la agricultura no funciona”, comentó el dirigente y exportador ñublensino.