Embalse Nueva La Punilla
La gran obra que merece Ñuble

Maqueta embalse N°1

¿Por qué es una obra estratégica para nuestra región?

La identidad agrícola de Ñuble es una condición que hace del Embalse Nueva La Punilla un proyecto indispensable, siendo una efectiva herramienta de política pública para el combate del desempleo y el mejoramiento de los ingresos del mundo rural.

Debemos considerar que Ñuble, con una tasa del 30.6%, es la región del país con mayor cantidad de población que vive en la ruralidad, y la agricultura, es por lejos el principal sector económico en términos de uso del recurso hídrico.

¿Cuál será el impacto concreto en términos de seguridad de riego?

El Embalse Nueva La Punilla permitirá una seguridad de riego para cerca de 67.100 hectáreas, considerando actuales y nuevos regantes.

Entre los nuevos regantes, el MOP priorizará las acciones tipo B para pequeños agricultores en un plazo de 3 años, contados desde el inicio de operación del embalse. Se deberá acreditar la condición de pequeño agricultor Indap, conforme a los requisitos establecidos en el artículo 13 de la Ley Orgánica Nº 18.910 de dicha institución.

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¿Es una obra que beneficia solo a grandes agricultores?

No. El 66% de los agricultores posee menos de 12 hectáreas físicas, calificando como pequeña agricultura. De este modo, el Embalse Nueva La Punilla es un proyecto de alta rentabilidad social.

¿Qué otras dimensiones considera este proyecto de riego?

El consumo humano del agua, con una reserva prioritaria de 3,9 millones de m³ anuales para tales fines. Además, el proyecto establece un caudal ecológico, en términos de caudales de ejercicio preferente de derechos, sumado a todas las externalidades positivas como consecuencia de la operación de esta gran obra.

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¿Cuáles son esas externalidades positivas?

¿El proyecto tiene calificación ambiental?

Sí. El Embalse Nueva La Punilla goza de una Resolución favorable de Calificación Ambiental (RCA) emitida el año 2010 por la Comisión Regional del Medio Ambiente.

¿Qué falta entonces?

Que el Gobierno avance en el proceso de licitación y posterior construcción de esta obra, considerando que no existe otro proyecto de esta envergadura para Ñuble, que sea un punto de inflexión para el progreso y desarrollo regional.

Ñuble y el país necesitan seguridad alimentaria, para protegerse de los efectos inflacionarios y de las demandas de una población cada día en crecimiento.