- La Junta de Vigilancia del Río Ñuble y Agroriego Tattersall, proyectan la incorporación de esta innovadora tecnología australiana en la red de canales de la principal cuenca local.
- Sistema permitirá que los agricultores reciban el agua en el momento que la necesiten y con flujos constantes para que el riego sea más productivo.
Compuertas autogestionables para la administración de las aguas, que permitan la optimización del recurso para riego en la red de canales, es la nueva tecnología que estudia incorporar la Junta de Vigilancia del Río Ñuble, tras sostener conversaciones con la empresa Agroriego Tattersall, distribuidora en Chile de este sistema de origen australiano que opera bajo la marca Rubicon Water.
El desarrollo de esta tecnología permitió brindar soluciones a una severa escasez hídrica que enfrentaron en Australia a mediados de la década pasada, que permitió obtener beneficios superiores a los proyectados, generando excedentes de agua que fueron derivados en beneficio del medio ambiente. Hasta ahora, el modelo se ha replicado en más de 12 países, con la instalación de 25 mil compuertas.
El pasado miércoles 26 de Julio, la Oficina de Comercio e Inversión del Gobierno de Victoria, Australia, organizó una mesa redonda en Santiago, sobre Inversiones en Infraestructura Hídrica para la Agricultura, donde participó el ministro tesorero del Estado Australiano de Victoria, Tim Pallas. En la ocasión, el presidente de la Junta de Vigilancia del Río Ñuble, Martín Arrau, conoció de cerca estas experiencias que hoy espera aplicar en la principal cuenca local.
Modelo de operación y proyecciones en el Río Ñuble
Las compuertas autogestionables permiten manejar automáticamente todos los aspectos de operación de una cuenca para medir con precisión el suministro de agua de riego, minimizando las fluctuaciones en los niveles de agua del canal y garantizando un suministro a todos los predios o explotaciones agrícolas.
Así lo expresó, Pablo Silva, gerente de la división Gestión y Calidad de Agua de Agroriego Tattersall. “Esta tecnología comprende la automatización y gestión de canales mediante compuertas que permiten medir y controlar el caudal y/o volumen de agua que requieren los regantes. Mediante la integración de un software, red de comunicación y compuertas de control, es posible llevar un registro preciso del caudal y volumen de agua entregado a cada usuario”.
Además de las funciones de control, Silva agregó que el sistema permite operar de manera automática estas compuertas en función del agua disponible o de los requerimientos de los usuarios, en base a distribución por acciones, alícuotas, por volumen, caudal o nivel de aguas en el canal.
Respecto a la incorporación de esta tecnología en el río Ñuble, el ejecutivo valoró el nuevo plan de modernización asociado a la distribución de los recursos hídricos provenientes de dicha cuenca, gestión que permitirá a la organización de regantes prepararse de mejor forma para la construcción del embalse La Punilla.
“El proyecto que actualmente estamos trabajando contempla la implementación de compuertas automáticas en la bocatoma de los canales que conforman la Junta de Vigilancia, integradas con un software de gestión que permitirá gestionar en tiempo real el caudal que la organización distribuye en función del agua disponible en el río”, indicó Silva.
Por su parte, Andrés Rueda, director de la Junta de Vigilancia del Río Ñuble, manifestó que de concretarse este adelanto, serán pioneros en la zona, lo que significará un cambio de paradigma en la concepción de los sistemas de distribución de aguas a nivel local.
“El beneficio para nuestros 5 mil usuarios es directo. Este sistema permitirá que los agricultores reciban el agua en el momento que la necesiten y con flujos constantes para que el riego sea más productivo. Podremos también identificar pérdidas e incluso tranzar derechos entre usuarios o entre distintos canales, por la versatilidad de operación de las compuertas.
Es una gran oportunidad, que fortalece la agricultura como la principal actividad económica de la nueva región”.
En Chile, ya se han concretado iniciativas exitosas con esta tecnología, como el proyecto desarrollado en el Río Choapa, donde también participaron minera Los Pelambres y el Ministerio de Agricultura. Son proyectos factibles de postular a concursos de la Comisión Nacional de Riego (CNR), donde se ha observado una cooperación entre los actores de los estamentos públicos y privados.