– Además de la pronta construcción de obras de gran envergadura, son necesarias medidas inmediatas para paliar el escenario de escasez de agua por la que atraviesa Ñuble.
Analizar la situación actual de escasez hídrica en la región, fue el motivo de la reunión sostenida entre los representantes de las juntas de vigilancia de los ríos Diguillín, Chillán y Ñuble, de la Asociación de Agricultores (Asoñuble), con el seremi de Agricultura, Fernando Bórquez.
El déficit del 36 por ciento de precipitaciones en la zona, mantiene al agro en alerta y como no estarlo, si a esto se suma que la superficie cubierta de nieve, la principal reserva natural, en la cuenca alta del río Ñuble es un 22 por ciento menor este 2019, en comparación al año pasado en esta fecha.
Con tal escenario, los agricultores pidieron al gobierno local que evaluara la realidad de escasez con el fin de tomar medidas urgentes antes de iniciar la temporada de riego 2019-2020 en los campos de Ñuble.
“La situación es preocupante, yo encargué un informe a Inia para conocer proyecciones de la situación, de tal manera que, teniendo esos antecedentes, nos vamos a reunir y haremos un seguimiento periódico de la situación real”, sostuvo el seremi de agricultura, Fernando Bórquez.
La autoridad agregó que “esto nos lleva a reflexionar que no estaríamos en este problema si tuviéramos construidos los embalses, por lo tanto, una de las cosas que sacamos por conclusión, es que hay que tratar de acelerar la política de los embalses porque es la única manera que tengamos seguridad y es una de las formas también, de darle la seguridad a todos los que van a invertir en un periodo de diversificación productiva”.
Por su parte, Alfredo Wahling, presidente de Asoñuble, dijo que si bien en este momento, prácticamente no comienza oficialmente la temporada de riego todavía, “considerando la cantidad de nieve que ha caído y la pluviometría que ha bajado históricamente, indudablemente que vamos a tener un verano bastante complicado, así que llamamos a los agricultores a tomar los resguardos del caso. No podemos modificar el cambio climático que tenemos encima, pero creemos que la política de embalses debe ser una política de Estado, que no tengamos más postergaciones en el inicio de estas obras que son emblemáticas en el caso del río Ñuble, por ejemplo”.
Para los regantes del río Chillán, es primordial que “el Gobierno, a través del seremi de agricultura o los organismos que correspondan, hagan un catastro lo más pronto posible de las necesidades urgentes de los sembrados que hoy necesitan el recurso agua y que no se vayan a ver afectados por los meses de enero y febrero que son los más críticos, eso en lo inmediato”, precisó Héctor Jaque, presidente de la Junta de Vigilancia del Río Chillán.
“Es importante que las autoridades le tomen el real peso a la situación por la que hoy atraviesa la agricultura nacional y que no excluye a nuestra zona. Si bien el Gobierno inyectó recursos que fueron principalmente administrados vía concursos de la Comisión Nacional de Riego, en gran medida sólo pudieron acceder a ellos las zonas declaradas con Emergencia Agrícola, dejando de lado a Ñuble que también presenta gran déficit y que además es de las pocas regiones que no cuenta con obras de regulación, como los embalses”, explicó Salvador Salgado, gerente de la Junta de Vigilancia del Río Ñuble.
Fernando Bórquez, comprometió también evaluar la posibilidad de continuar con instancias como éstas y transformarlas en una de las mesas que dirige la Seremi de Agricultura en Ñuble. “Para esta temporada, mientras tanto, hay que ver qué nos indican los informe, para ver si se solicita una emergencia, por el momento, hay que tener los datos”, agregó.
Urgencia en obras de regulación
Para el seremi de agricultura, es importante apurar los proyectos de embalse y “también tratar de hacer un comparativo entre lo que significa hacerlo a través de la Ley de Concesiones o que lo haga directamente el Estado. Una de las cosas en las que hay que insistir, es en el sistema de distribución, es lo único que se puede lograr en el corto plazo, porque la disponibilidad de agua que hay, es lo que está, no lo vamos a mejorar, pero sí podemos hacerlo en la eficiencia. El otro consejo que es importante para los agricultores es que sepan que estamos en un año crítico y que evalúen bien la superficie a sembrar en cada rubro, porque si requieren mucha agua, pudieran tener problema y no queremos que eso se produzca”.
En la misma línea, durante la reunión, Héctor Jaque comentó que “a largo plazo, hay que implementar una política de realizar obras de embalse, pero que sean más cortas en el tiempo, no como hoy que cuando nace la idea, vienen los estudios de pre factibilidad, de factibilidad, de etapa y diseño, prácticamente estamos hablando de 20 años y hoy, no se puede esperar tanto tiempo. La sequía es perentoria y es apremiante, por lo tanto, creo que la autoridad de hoy o la política de Estado, debe agilizar todos los proyectos de embalse que existen y los futuros, en un tiempo más acotado, para que el agricultor alcance en vida a aprovecharlos”.
El dirigente gremial, argumentó también que “hoy existen proyectos que agricultores no alcanzaron a ver, producto que la autoridad esperó que se produjera esta tragedia que visualizamos a nivel mundial producto del calentamiento global Hoy estamos sufriendo los actuales y en un futuro mucho más si no existen obras de envergadura en todo Chile. No habría sequía en Chile si hubiera embalses. Esta tragedia debe servir como precedente para que la autoridad sea más ágil y proactiva”.
Respaldando tales argumentos, su homólogo del Río Diguillín, Juan Carlos Villagra, aseguró que “para mí la verdadera solución es ampliar la zona de riego de Ñuble. El clima para acá está cambiando, hay más temperatura y tenemos agua para que sea embalsada, por lo tanto, la construcción de embalses es prioritaria en Ñuble”.