Asamblea anual de la Junta de Vigilancia del Río Ñuble ratifica a Fernando Rueda como presidente 

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Durante la junta extraordinaria se destacó el ambicioso plan de inversión del organismo que agrupa a más de 5.000 agricultores, que durante 2022 está ejecutando una inyección de recursos cercana a los $ 1.700 millones en proyectos de telemetría y compuertas autogestionables.

Tras dos años sin realizarse a causa de la pandemia, el martes se dieron cita en San Carlos los representantes de los canales del Río Ñuble para llevar a cabo la Asamblea Anual Ordinaria de la Junta de Vigilancia. 

En la cita, realizada en el Club Social de la capital de la Provincia de Punilla, fue ratificado Fernando Rueda Muñoz como presidente para el próximo período; además de Andrés Rueda Blázquez, como tesorero; Alfredo Wahling Jungjohann y Hugo Gebrie Asfura, como directores. Continúa como vicepresidente, Vicente Pezantes Ludwing; Roberto Riquelme Loyola, como secretario y Cristian Contreras Labra, como director. 

“La pandemia por el Covid-19 nos afectó la forma de relacionarnos, tanto así que las dos últimas asambleas de nuestra organización, en 2020 y 2021, no pudimos realizarla por la emergencia sanitaria. Nos hacía falta reencontrarnos, escucharles y poder compartir con ustedes los logros y desafíos de nuestra organización. Pese a todas las dificultades, quiero decirles que la Junta de Vigilancia del Río Ñuble no ha detenido nunca su marcha, gracias a su apoyo hemos seguido trabajando con el mismo ímpetu y compromiso que antes de la pandemia”, señaló Rueda en sus primeras palabras. 

“Quiero agradecer nuevamente a todos ustedes por seguir permitiendo que el Río Ñuble sea un punto de encuentro, dinámico y vanguardista de cara al futuro”, agregó.

 

Desafíos

Durante la sesión Ordinaria, Rueda realizó un completo resumen de la temporada recién finalizada y bosquejó el panorama para este nuevo período. 

La mega sequía, el ambicioso plan de inversión de la Junta, el nuevo Código de Aguas y el embalse Nueva La Punilla, se alzaron como los temas más relevantes tocados por Rueda durante la reunión.  

“Para nadie es un misterio que la Región de Ñuble y, en particular el territorio de emplazamiento de nuestro río, está sufriendo la llamada “mega sequía del siglo” (…) tanto las precipitaciones como el nivel de caudales del río Ñuble han evidenciado un 50% de déficit respecto del promedio de las últimas décadas. Sin embargo, lejos de amilanarnos, hemos concretado un ambicioso plan de inversiones en tecnología e infraestructura para el río. Solo el año 2022, la Junta de Vigilancia está ejecutando una inversión superior a las 50 mil UF en proyectos de telemetría y compuertas autogestionables, beneficiando a 10 canales, lo que se suma a las iniciativas desarrolladas durante 2019, 2020 y 2021, donde beneficiamos a 24 canales, con una inversión global de 140 mil UF, aportadas con el esfuerzo de nuestros regantes y la Comisión Nacional de Riego”, resumió. 

Según Rueda, la meta de la Junta de Vigilancia es llegar, a fines de este año, con el 70% de las bocatomas automatizadas y, en el largo plazo, tecnificar el 100% de las mismas. “Se trata de un cambio cultural sin precedentes para nuestra organización, adecuándonos a los tiempos actuales y a las necesidades de nuestros agricultores”, aseguró. 

Respecto a uno de los mayores anhelos de los regantes, la materialización del embalse Nueva La Punilla, Rueda explicó que “de no mediar algún imponderable, la recepción de ofertas técnicas y económicas de las empresas interesadas en construir el embalse, deberían ser ingresadas este segundo semestre (…) Confiamos en que la experiencia acumulada durante estos años y la perseverancia de nuestros regantes, nos permitirán contar con esta obra de riego estratégica para el desarrollo de Ñuble”. 


Concordancia

Presidentes de los canales presentes en la Asamblea también expresaron su apoyo a la gestión de la Junta y concordaron con los principales puntos planteados como prioritarios.

Sergio Contreras Bustos, presidente de la Comunidad de Aguas Canal Cocharcas, pequeño accionista con una superficie de 6 hectáreas del Oratorio sector Cocharcas, sostuvo que «es importante destacar el plan de inversión que lleva adelante la Junta; se trata de un esfuerzo importante, humano y técnico, además, para seguir avanzando en telemetría y automatización de las compuertas, todo en un contexto de una aguda sequía en la zona. Esa es la senda que, como canalista, esperamos seguir pavimentando».

Por su parte, Segundo Matus de la Parra Arriagada, presidente de la Comunidad de Aguas Canal Rinconada de Cato, agricultor perteneciente a INDAP, aseguró que «estamos atentos al cierre del proceso de recepción de ofertas, para la nueva licitación y ver cómo sigue avanzando esta obra que para nosotros es fundamental. Sabemos que la Junta de Vigilancia del Río Ñuble no ha dejado de trabajar en el proyecto, y eso hay que reconocerlo y valorarlo. Nosotros, como canalistas, estamos apoyándolos para poder terminar este proceso de manera exitosa».