Crisis hídrica mantiene alerta al agro en Ñuble

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–     Soluciones como la construcción del embalse La Punilla se posiciona con fuerza y se descarta la opción de apoyar iniciativa de Carretera Hídrica.

Se acabó el invierno y los agricultores de la región califican este año como uno de los más secos que se registran en Chile en los últimos 70 años, según las últimas mediciones registradas por la Dirección Meteorológica de Chile. De esta realidad nacional, no se excluye Ñuble, puesto que en la capital regional hubo un déficit de un 36%, escenario que no pretende revertirse durante la primavera, ni en las próximas temporadas.

Frente a este alarmante panorama, la agricultura local se ha visto amenazada, dejando al mundo del agro sin el principal recurso para organizar sus cultivos, o alimentar a sus animales, por ejemplo.

“Estamos ante a un escenario crítico. Este 2019 la superficie cubierta de nieve en la cuenca alta del río Ñuble es un 22 por ciento menor en comparación a septiembre del año pasado, lo que claramente se verá reflejado durante los meses de verano, cuando nos quedemos sin la cantidad de agua necesaria para regar”, sostuvo el presidente de la Asociación de Agricultores de Ñuble, Alfredo Wahling.

Otro dato es el que entregó la Dirección General de Aguas, precisando que a la fecha se tiene que el volumen escurrido en el río Ñuble es un 43 por ciento menor a la media histórica, datos que han mantenido preocupados a los regantes de la cuenca, según lo manifestó la presidenta de la Junta de Vigilancia del Río Ñuble, Margarita Letelier. “El futuro del recurso hídrico para la región es desalentador. Como regantes, no descansaremos hasta que se construya de una vez por todas el embalse La Punilla, hoy más necesario que nunca. Si se secan los ríos y se acaba el agua, no tendremos con qué regar nuestras praderas y cultivos que sustentan a nuestra región”, enfatizó Letelier.

La presidenta de los regantes recordó que el Gobierno ha decretado emergencia agrícola en diversas regiones del país, sumado al anuncio que el propio Presidente de la República realizó hace algunas semanas, con una cartera de inversiones para enfrentar la crisis de sequía por $5.000 millones de dólares.

“Creemos que es urgente que se revise nuestra zona y que se contemplen las mismas medidas que fueron establecidas para el resto de los lugares con emergencia agrícola. Nuestros campos se están secando y todos especulan que aquí hay agua. No es así. Esperamos que la región de Ñuble también sea protagonista de estos anuncios, acelerando obras de riego que han sido históricamente postergadas”, precisó Margarita Letelier.

Durante la próxima semana, los gremios agrícolas, se reunirán con el seremi de agricultura, Fernando Bórquez, para evaluar las medidas que se deberían implementar en la región ante el crítico escenario hídrico.

Carretera Hídrica inviable

“Captar, almacenar y transportar el excedente de agua de los ríos de la Región del Bío Bío”, es lo que propone la Corporación Reguemos Chile, dirigida por el empresario Juan Sutil. El proyecto de Carretera Hídrica, plantea llevar el agua desde la cuenca del Bío Bío, hacia el norte del país “donde ésta es abundante y no es utilizada a su total capacidad en los meses de invierno— hacia el norte llegando a la Región de Atacama —en donde el agua es escasa y necesaria para distintos usos, entre ellos la agricultura”, es lo que se explica en el sitio web de la corporación. Sin embargo, frente al escenario de escases de agua, esta alternativa resulta inviable para los conocedores de las cuencas, sobre todo de la región de Ñuble, puesto que se considera un proyecto irresponsable socialmente, sin antes realizar los estudios de viabilidad de esta Carretera.  

Para la dirigente del gremio de regantes del Ñuble, “faltan estudios que avalen tal proyecto, como los climatológicos, medio ambientales, un mapa de las zonas hídricas subterráneas, análisis de las cuencas, entre otros y para esa solución no hay a tiempo”.

En esa misma línea, Wahling agrega que “no sólo faltan estudios, sino que los que existen, demuestran que no tenemos el agua suficiente para trasvasije ni traslado. Estamos en déficit y, según los indicadores, esto se irá incrementando, por lo que primero debemos solucionar la realidad local y luego revisar si es factible sacar el agua para llevarla a otros lugares”.