Declaración Pública

La Región de Ñuble, representada por todos los actores que suscriben esta Declaración Pública, además apoyada por gremios y organizaciones de otros puntos del país, que ven en ella una zona con grandes potenciales, manifestamos nuestra honda preocupación por el debilitamiento de la actividad económica y productiva, como consecuencia de la pandemia por la que hoy atravesamos, viendo con profundo pesar que la lenta reactivación no es capaz por sí sola de evitar la pérdida de empleos, la quiebra de emprendimientos y sueños y un estado crítico de la pequeña agricultura, agravado por las sequías consecutivas.

A pesar de este diagnóstico, hoy no conocemos los detalles de la cartera de proyectos estructurales de inversión pública que permita dinamizar nuestros sectores productivos, generar empleo y construir bienestar social para nuestras comunidades. En particular, la obra más emblemática de Ñuble, el embalse La Punilla, sigue entrampada en el aparato público, cumpliendo en septiembre, un año de revisión por parte del comité arbitral del Ministerio de Obras Públicas, sin conocerse hasta la fecha la noticia que pone término al contrato con el actual concesionario.

Hacemos un llamado a todas las autoridades políticas a avanzar en las gestiones necesarias para poner fin a la incertidumbre y postergación del proyecto, anunciando en el más breve plazo posible el financiamiento fiscal de la obra. Nos parece que Ñuble debe ser respetada en sus aspiraciones y que la voz de todos los actores sociales y económicos que contribuimos a su desarrollo, debe ser escuchada. En atención a lo señalado en la Cuenta Pública del Presidente Sebastián Piñera, es importante y necesario que el embalse La Punilla comience su construcción a la brevedad, considerando que es uno de los grandes proyectos de riego priorizados.

Para ello, el financiamiento debiera salir del marco fiscal de $12 mil millones de dólares definido para los próximos años, de algún fondo de reactivación económica o de reasignaciones presupuestarias. Solo falta la voluntad política para tomar la decisión final, porque el Estado de Chile se ha comprometido a concretar este proyecto.

Nuestra zona continúa siendo la segunda más pobre del país, fiel reflejo de la escasez hídrica no sólo producto del cambio climático, sino por la falta de obras de regulación que permitan almacenar el agua para invertirla en cultivos que lleven a Ñuble a salir del grave momento en el que se encuentra. Por esta razón, nuestro futuro depende en gran proporción del embalse La Punilla, proyecto de riego que será determinante para la estabilidad social y económica de las familias que hoy sufren la ausencia de oportunidades, no solo de esta zona, sino también del resto de Chile.

Creemos firmemente que los gremios y actores de la región y el país, tenemos la experiencia y el conocimiento para visibilizar cuáles son aquellos proyectos que para los habitantes de esta zona son fundamentales y, por ello, es importante que la política pública considere con atención nuestros puntos de vista. La agricultura y toda la comunidad, está esperanzada en el proyecto que brindará seguridad de riego a más de 60 mil hectáreas cultivables, generando externalidades positivas en crecimiento económico y empleo, siendo además una nueva fuente de energía, agua y vida para todos los ñublensinos que, aunque muchas veces sienten desesperanza, no descansarán hasta ver concretado este sueño que se ha extendido por casi cien años. Por ello, tenemos nuestra esperanza puesta en la visita a Ñuble del presidente Sebastián Piñera, el próximo 20 de agosto, durante la conmemoración del natalicio del Libertador Bernardo O’Higgins.