Iniciativa busca desarrollar, implementar y difundir modelo aplicado en la cuenca del río Ñuble para generar instancias de gobernanza y contribuir al uso eficiente del recurso hídrico, y, de paso, fortalecer la competitividad y la sostenibilidad del sector agroalimentario regional.
Un innovador programa de gestión de calidad de aguas para riego en el Río Ñuble fue lanzado hoy en San Carlos por la Junta de Vigilancia del Río Ñuble, el Gobierno Regional (Gore), y la Unidad de Gestión de Recurso Hídrico del Centro Regional de Estudios Ambientales (CREA) de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC).
En la cuenca del río Ñuble no existen antecedentes de calidad de agua en cauces naturales y artificiales, siendo de suma importancia disponer de esta información en un contexto de aumento de exigencias normativas por parte de los mercados compradores, sobre todo internacionales. A este escenario se suma la variabilidad climática, previéndose temporadas de riego cada vez más exigentes desde el punto de vista de la disponibilidad de agua. Esta variabilidad de caudales afecta también la calidad del agua, puesto que las concentraciones de elementos cambian, poniendo en riesgo el cumplimiento de las normas exigidas por el mercado.
Considerando dicho panorama, el programa financiado por el Fondo de Innovación para la Competitividad del Gore de Ñuble, propone diversas soluciones, entre ellas, implementar un modelo de diagnóstico de calidad de agua de riego identificando las principales fuentes de contaminación en la cuenca, tanto en cauces naturales como artificiales y desarrollar e implementar un modelo de gestión que permita la toma de decisiones en torno a la gestión de calidad del agua, tanto a nivel de la Junta de Vigilancia, como de comunidades de agua, y que considere la generación de instancias de gobernanza del agua donde participen diversos usuarios en la cuenca del río Ñuble.
A eso se agrega el desarrollo y la implementación de una plataforma de consulta y acceso a la información y una aplicación móvil para facilitar su utilización; la ejecución de talleres de materias relacionadas, orientados a difundir el modelo, instando a la creación de habilidades y capacidades en gestión de la calidad del agua, tanto para regantes como para actores territoriales relevantes.
«El proyecto apunta a agregar valor a un sector económico con una baja tasa de innovación (agricultura) y que requiere de soluciones distintas para abordar problemas nuevos, en un contexto de alta presión por el cambio climático y la necesidad de gestionar eficientemente el agua disponible. El mérito innovador de la presente iniciativa es desarrollar una solución no disponible y que requiere de la vinculación público-privada. A esto se suma la utilización de metodologías probadas internacionalmente (Directiva Marco de Aguas de la Unión Europea), pero adaptadas a la realidad nacional y a la de una cuenca como la del río Ñuble», explica Robinson Sáez, director del proyecto UCSC.
Desde la Junta de Vigilancia del Río Ñuble, su presidente, Fernando Rueda, asegura que “lo que vivimos hoy es un gran hito para nuestra organización, por varios motivos: en primer lugar, porque reúne al mundo privado, el sector público y la academia, en un proyecto que se viene trabajando desde diciembre del año pasado, y que surge a partir de una necesidad clara, saber en qué condiciones se encuentra nuestro principal insumo. A eso sumamos el aspecto principal de esta iniciativa como es el desarrollo, implementación y difusión de un modelo de gestión de calidad de agua para cuenca en el Río Ñuble, que generará instancias de gobernanza y contribuirá a la competitividad del sector agroalimentario regional. En tercer lugar, este proyecto no solo tiene que ver con nuestra función principal, que es la correcta distribución de las aguas, sino que nos lleva más allá, involucrándonos con este aspecto muy relevante, como la calidad del agua al interior de los canales, con la que todos nuestros regantes cuentan para realizar sus actividades agrícolas».
Por su parte, el Gobernador de Ñuble, Óscar Crisóstomo, sostiene que «como Gobierno Regional apostamos decididamente a la innovación para la competitividad de Ñuble, y en ese sentido, la aplicación de la tecnología para fortalecer el sector agroalimentario de la región, sumado a la eficiencia en el uso del recurso hídrico, son razones más que suficientes para apoyar uno de los proyectos que estamos financiando este año a través del Fondo de Innovación para la Competitividad. Son casi $ 300 millones que la Universidad de Católica de la Santísima Concepción ejecuta en la gestión de calidad de aguas para riego del Río Ñuble, información que será clave y de gran utilidad, tanto en la toma de decisiones para la inversión, como para la sostenibilidad de la agricultura, uno de los motores económicos de nuestra región».