Fuente: Diario La Discusión
El subsecretario de Obras Públicas, Cristóbal Leturia, afirmó que en el corto plazo debiera destrabarse el proceso de término de contrato con la concesionaria del embalse La Punilla, y reiteró que superada esta situación el proyecto se concretará con una nueva empresa, y subrayó que está abierta la opción de volver a concesionarlo como también financiarlo directamente con recursos fiscales, como piden los regantes.
En septiembre de 2019 el MOP pidió poner fin al contrato de concesión con Astaldi, a raíz de lo que se calificó como un grave incumplimiento contractual, pues la empresa no enteró el total del capital de la sociedad concesionaria. El tema está en manos de una comisión arbitral que debe resolver las discrepancias entre las partes sobre las condiciones del fin del contrato.
La Punilla fue entregada en concesión a la empresa italiana Astaldi, en junio de 2016, y representará una inversión total de más de 500 millones de dólares. Sin embargo, hasta la fecha no se ha iniciado la construcción de la presa.
“El contrato está entrampado porque tenemos a esta empresa global, una empresa que estaba muy consolidada y que está tomando distintas acciones legales, como parte de los problemas económicos y financieros profundos que está viviendo”, expuso el subsecretario, quien recordó que el problema detonó a raíz de la crisis financiera que vive la matriz italiana de Astaldi.
Comentó que “tenemos la mala fortuna de haber concesionado este embalse con una empresa que al poco andar está teniendo estos problemas tan grandes y tan severos en todo el mundo, una empresa consolidada con presencia en distintos países, y aun así está viviendo un proceso probablemente terminal, y este proceso trae consigo una serie de consecuencias legales”.
Financiamiento
Sin embargo, Leturia explicó que “estas son situaciones de corto plazo que van a ser subsanadas y una vez que sean subsanadas, con esta empresa o con otra empresa, esto se va a seguir construyendo, incluso no se descarta ninguna forma de construcción de este embalse, esto se puede hacer a través de un sistema de concesiones, incluso se podría llegar a construir con fondos propios del Ministerio de Obras Públicas; existen distintas alternativas y lo que vamos a hacer es abordarlas todas con tal de sacar adelante este embalse, que es la obra de infraestructura más grande de la región del Ñuble”.
En esa línea, planteó que “si es a través de concesiones o a través de fondos públicos, va a depender de las condiciones del momento, algunas tienen ciertas ventajas por sobre las otras y no estamos cerrados a ninguna opción a priori”.
Añadió que obras de esta envergadura “a veces tienen traspiés y eso no significa que éstas no vayan a salir adelante. Las obras de estas características son de muy largo plazo. Esto le va a cambiar la cara la región por los próximos 50 años. Entonces, estos traspiés que estamos viviendo en estos momentos iniciales, los vamos a superar”.
Al respecto, Leturia detalló que en este periodo la empresa ha presentado distintas acciones tanto en Chile como en otros países, y que el proceso ha ido avanzando considerablemente.
Consultado por los plazos que se manejan en el MOP, la autoridad comentó que la expectativa es que se resuelva lo antes posible y detalló que “las acciones legales que ha tomado Astaldi son acciones a las cuales ellos tienen derecho, que uno no puede dejar de reconocer. Este es un proceso que ya va bastante avanzado y que luego deberíamos poder retomar o volver a ponerle el acelerador a la construcción del embalse”.
Subrayó que “lo que nosotros queremos que suceda es que esto se resuelva lo antes posible, porque Ñuble es una región eminentemente agrícola y el mundo agrícola no puede seguir esperando”.
En ese contexto, reafirmó el compromiso del Gobierno por sacar adelante no solo La Punilla, sino que los demás embalses priorizados en la región: Zapallar, Chillán y Niblinto.
La Punilla permitirá dar seguridad de riego a 70.143 hectáreas en San Carlos, Chillán, Coihueco, Ñiquén y San Nicolás. Se emplazará en la zona alta del río Ñuble, e inundará 1.752 hectáreas.