San Carlos, Julio de 2016.
A cerca de un 70% asciende, en promedio, el déficit de caudales en las cuencas más emblemáticas de la provincia. En el caso del río Ñuble, la cifra es aún mayor.
Inquietud ha generado en las diversas organizaciones de regantes de Ñuble el déficit de precipitaciones de nieve y lluvia que han afectado el comportamiento de las tres principales cuencas hidrográficas de la provincia.
El citado fenómeno, que no se conocía hasta ahora en la zona, ha provocado que en el río Ñuble el déficit hídrico haya alcanzado un 71,3%, cifra preocupante según lo expresado por la presidenta de esta organización de regantes, Margarita Letelier. “Estamos enfrentados a la peor sequía de la que se tiene recuerdo hasta el momento. Nadie puede hacer proyecciones de lo que pasará, por eso debemos ser muy cautos en nuestros cultivos”, expresó.
El déficit en el río Ñuble se ha ido agudizando al paso del tiempo, producto de la escasa y nula precipitación caída. Mayo, junio y julio del presente año, incluso han presentado valores de caudales significativamente menores a la temporada 1998-1999, siendo esa una de las temporadas más críticas en materia de disponibilidad de recursos hídricos, con consecuencias nefastas para la agricultura.
“Lo anterior pone en alerta al mundo rural, sobre todo considerando que nos encontrábamos saliendo de un fenómeno de El Niño y entrando a una fase neutra, en consecuencia que aún no debiera hacerse presente los efectos de La Niña, que según los informes agroclimáticos la tendremos presente en primavera, con una disminución importante en la precipitación y el aumento de heladas primaverales”, señaló el ingeniero civil agrícola de la Junta de Vigilancia del Río Ñuble, Salvador Salgado.
Margarita Letelier dijo que la mayor incertidumbre se da en productos como trigo, remolacha, arroz y achicoria, reiterando el llamado a los agricultores para que sean prudentes en sus cultivos.
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